Pocas plantas llevan un nombre tan acertado como Blueberry, una variedad tan apreciada por sus aromas, su colorido y su sabor, con tantos matices afrutados que la convierte en una de esas genéticas especiales que quedan grabadas en la memoria de los cannabicultores para siempre.
No es sencillo conseguir esos tonos azulados y ese sabor a arándanos y frutas del bosque, pero cuando lo pruebas, siempre quieres más.
Historia de la Blueberry
Esta variedad fue desarrollada por un experto criador llamado DJ Short, que comenzó en la década de los 70 a trabajar en Estados Unidos con varias cepas de una gama de semillas de alta calidad. Su trabajo buscando y seleccionando distintos linajes, dió como resultado una serie de líneas genéticas que este criador fue desarrollando y estabilizando.
Una de esas líneas en las que trabajaba, incluía varias razas puras, entre ellas una afgana que le aportaba mucha resina y un alto porcentaje índico y dos sativas, una tailandesa y una mexicana, que aportaban aromas y matices al sabor. Este cruce dió lugar a un linaje propio, la familia de las variedades blue, con un miembro muy destacado, la Blueberry.
Esta gran variedad ha dado lugar a toda una familia con su propio árbol genealógico, a parte de la ya desarrollada familia blue, que cuenta con muchos miembros, ya que muchos criadores la han utilizado como base genética para sus propios bancos de semillas, en muchos casos para crear variedades estrella de su catálogo.
La variedad más reconocible de esta familia puede que sea la Blueberry® del banco Dutch Passion, pero existen muchos otros miembros de la familia blue que comparten los genes que las hacen tan apetecibles, como Blue Moonshine o la Original Flo y algunos descendientes muy destacados, como la Blue Cheese de Barney’s Farm, la Blue Hell de Medical Seeds o las Blue Widow, Blue Hash y Blue Fruit de Dinafem Seeds, que son algunos de los muchos parientes de esta familia tan numerosa.
Características de la Blueberry
Esta planta puede que no sea la más adecuada para iniciarte en el cultivo, ya que es un poco exigente a la hora del abonado (hay que tener paciencia con ella) y puede desarrollar alguna malformación extraña al principio, con hojitas arrugadas y/o enrolladas sobre si mismas, lo que no significa que haya que desecharla, todo lo contrario, ya que se suelen recuperar y podréis obtener un gran resultado.
Como buena índica (80% índica y 20% sativa) hace cogollos densos y carnosos, repletos de resina, su excelente sabor a arándanos y frutos rojos, es una de sus cualidades más destacables, aunque también sus tonalidades (es una de las plantas de cannabis más hermosas) hacen que esta planta sea tan conocida, esto no impide que llegue a niveles de THC cercanos al 20%, con un colocon relajante, lo que hará que te olvides de los obstáculos iniciales y solo pienses en volver a cultivarla.
Después de cuarenta años de experiencia con este linaje, después de multitud de premios y después de cumplir las expectativas de muchos cannabicultores, las variedades de la familia Blue siguen pegando fuerte en el mercado cannábico actual, especialmente la Blueberry, la reina del sabor.