El mercado cannábico, como cualquier otro, no es inmutable y también tiene sus modas y tendencias.
Tabla de contenidos
Semillas feminizadas de Dinafem
Primero fueron las semillas de cannabis feminizadas, que surgieron a principios de los 2000 para revolucionar el mercado al permitir cosechas que sólo desarrollaban plantas femeninas. Al principio este tipo de semillas tenían algunos déficits de calidad y en ocasiones sufrían problemas de hermafroditismo. Sin embargo, hoy por hoy son las reinas del mercado cannábico hasta el punto de haber relegado a las regulares a un escaso 10% de consumidores. Si te apetece probar alguna de estas variedades, te recomendamos la OG Kush, una de las variedades más demandadas en EEUU.
Las mejores Semillas autoflorecientes
Después llegó el turno de las semillas de cannabis autoflorecientes, que florecen más rápidamente, sin necesidad de tantos cuidados y además, desarrollando plantas de menor tamaño, convirtiéndose en una opción ideal para los cultivadores principiantes o menos comprometidos. Las semillas de marihuana autoflorecientes surgieron como opción ideal para los cultivadores menos experimentados pero conforme han ido igualando sus parámetros de calidad, a los de las feminizadas, se han convertido en una alternativa válida para los growers más avanzados.
Semillas ricas en CBD
Y ahora, la nueva estrella son las semillas CBD, ricas en un cannabinoide que no sólo tiene propiedades medicinales sino que, además, contrarresta la psicoactividad del THC, permitiendo un consumo más sostenible y compatible con la actividad diaria.
Las variedades ricas en CBD suponen un reto para el mercado cannábico de hoy en día. Lo importante no es sólo crear variedades con altos niveles de CBD, sino conseguir genéticas estables que permitan garantizar al usuario una calidad determinada. Así, algunos bancos de semillas como Dinafem Seeds han realizado una importante inversión en Investigación y Desarrollo, para lanzar al mercado semillas CBD que cumplan a raja tabla los más exigentes requisitos de calidad y estabilidad.
¿Qué es el CBD?
El CBD es una sustancia que se encuentra presente en algunas variedades de cannabis. Actúa como antagonista del THC, reduciendo su psicoactividad y contrarrestando sus efectos secundarios asociados como taquicardia, sequedad bucal o ansiedad.
Además, el CBD tiene múltiples cualidades terapéuticas que pueden ayudar a combatir problemas como el insomnio, el estrés o los dolores crónicos e incluso enfermedades más graves como la esquizofrenia, la depresión o incluso la esclerosis múltiple. Destaca también por su poder anti convulsivo, muy eficaz en los casos de epilepsia. Además, al tener propiedades neuroprotectoras también se está investigando su aplicación en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
Una nueva forma de consumir marihuana
El CBD no sólo tiene aplicaciones medicinales sino que abre nuevas vías de consumo de cannabis. Hasta la fecha, en la cría de variedades cannábicas se buscaba el mayor porcentaje de THC posible para aumentar su efecto psicoactivo, lo que hacía que muchos usuarios huyesen de la marihuana por relacionarla con experiencias demasiado potentes.
El CBD abre un nuevo paradigma de consumo que hace posible que este tipo de usuarios tengan experiencia que se adapte a sus gustos y necesidades. Gracias al CBD es posible disfrutar de los aromas y sabores de la marihuana e incluso de cierto estado de embriaguez y relajación, pero de una manera más suave, sostenible y placentera, que además no conlleva los incómodos efectos secundarios del THC como la sequedad bucal, el aumento de apetito, la sensación de mareo e incluso la resaca posterior. Por hacer un símil con alcohol, el THC sería el equivalente a consumir un vaso de una bebida de alta graduación, mientras que el CBD representa esa refrescante cerveza que puedes tomarte al salir de trabajar, sin que te deje doblado.
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Este artículo ha sido escrito por el equipo de Dinafem Seeds para todos los lectores de Yervaguena.
