El continente americano está dando pasos de gigante en el proceso de normalización y legalización de la marihuana, tanto al norte como al sur. En diciembre del año 2013 se aprobaba la legislación que ratificaba la producción y compraventa de cannabis en Uruguay y en los próximos meses se establecerá el proceso de venta en farmacias.
Desde el país suramericano se espera que esta medida contribuya a reducir los índices de criminalidad asociados a la venta ilegal de marihuana. El debate puesto sobre la mesa en el país está calando y extendiéndose a otros muchos países de su zona de influencia.
Desde el Gobierno Uruguayo se estima que la primera “remesa” de marihuana cultivada por el Estado llegará a las farmacias y centros autorizados de venta durante la segunda mitad del presente año. En este sentido, el Ejecutivo ha apuntado que va a desarrollar un sistema de registro, tanto para los clubes de fumadores como para los particulares, de manera que se pueda llevar un registro de cada planta que se produce en el país, de manera que se pueda contar con un sistema de trazabilidad plenamente operativo por radiofrecuencia que asegure que el cultivo autorizado no se destina al tráfico ilegal ni en el más mínimo porcentaje.
En este sentido, la marihuana que se produzca por vía estatal será clonada para que su ADN pueda ser 100% identificable y no se genere ningún tipo de distorsión o tráfico alternativo.
Control estatal
En proyecto está la creación del Instituto de Regulación y Control del Cannabis, que controlará todas las actividades relacionadas con la importación, producción o cultivo de marihuana.
Todo uruguayo mayor de edad y residente en el país podrá comprar un máximo de 40 gramos para tenencia en las farmacias autorizadas a tal efecto, siempre y cuando accedan a registrarse. En el caso del autocultivo se permite contar con hasta seis plantas y también se autoriza el cultivo en clubes, así como para actividades con fines científicos y medicinales.
Más de siete de cada diez uruguayos se muestra a favor de la legalización de la marihuana orientada a la investigación y tres de cada diez son favorables de la normalización de la compraventa y producción de marihuana con cualquier objetivo (recreativo o medicinal).
Desde la Junta Nacional de Drogas se ha adelantado que la concentración máxima de THC estará limitada a un 15% y no podrá verse sometida a ningún tipo de alteración de tipo genético.
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