

En esto del cultivo de la marihuana los estadounidenses tomaron la iniciativa. Se sabe que ya en la década de los 50 existía al otro lado del Atlántico establecimientos dedicados a la venta de productos destinados al cultivo de cannabis. Pero este tipo de tiendas, ahora tan populares que incluso ya cuentan con su versión online, no se harían verdaderamente famosas a nivel internacional hasta la llegada de Wernard Bruining y su Positronics de Ámsterdam.
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Un concepto innovador en torno a la marihuana
Consumidores de marihuana siempre ha existido y productores también. Solo que durante mucho tiempo unos y otros habían estado separados por una distancia bastante grande. Lo del autocultivo de marihuana es una afición relativamente reciente, o al menos el hecho de poder disfrutar de ella con las herramientas necesarias para que todo salga perfecto.
Hasta hace unas décadas, el que quería consumir marihuana tenía que recurrir a prácticas todavía menos legales que el hecho de tener alguna que otra planta en casa para consumo propio. Es más, hasta los propios coffee shops de Ámsterdam, que empezaron a abrir sus puertas en la década de los 70, tenían que traer el cannabis que se consumía en los establecimientos ‘por la puerta trasera’, como suele decirse.
La marihuana que se fumaba en estos locales procedía principalmente de Colombia y Tailandia mientras que el hachís se importaba sobre todo de Líbano y Marruecos. El caso es que esta paradoja legal presente en Holanda (el cannabis se puede consumir pero no se puede producir), se ha mantenido hasta la actualidad. Con la aparición y la proliferación de
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