

Hay múltiples aplicaciones para la planta del cannabis, una de ellas es su utilización terapéutica, por lo que vamos a mostraros una receta para hacer una crema de marihuana casera que se puede utilizar para aliviar molestias o dolores localizados.
Desde Yervagüena queremos aconsejar a los usuarios de cannabis terapéutico que pongan en conocimiento de su médico que tiene intención de hacer uso de la crema de marihuana, para evitar posibles contra indicaciones, también facilitamos a los usuarios que nos lo solicitan, el contacto con diversas asociaciones de pacientes de usuarios de cannabis terapéutico que les pueden aconsejar el uso más correcto para su afección.
Ingredientes para la crema de marihuana
- 1 litro de agua mineral
- 1/2 litro de aceite de oliva
- 65g de cera de abeja
- ±40g de recortes o de cogollos secos de cannabis (depende de la dolencia, de la potencia del cannabis y del usuario)
- Aceite esencial (opcional y al gusto del usuario (canela, vainilla, fresa, etc…)
- 2 cazuelas, una más grande que la otra para meterla dentro y ponerla al baño maría
- 1 colador
- Varios botes para conservar la crema
Para empezar ponemos la cazuela grande al fuego con agua normal, para calentar al baño maría dentro la cazuela pequeña, donde ponemos los recortes de cannabis, el litro de agua y el 1/2 litro de aceite de oliva, lo dejamos cocer a fuego lento y suave durante cuatro horas, removiendo suavemente cada 1/2 hora sin dejar que llegue a hervir. Una vez pasadas cuatro horas lo retiraremos del fuego y lo dejaremos reposar quince minutos a temperatura ambiente.
Cuando la cazuela ya no quema, colamos la mezcla para separar la materia vegetal con el colador, presionando bien el colador al final para extraer toda la sustancia activa. Una vez colada la mezcla, la metemos durante unas 8 horas en el congelador para que se decante el agua al fondo del recipiente y esta se separe del aceite, que es lo que utilizaremos.
Después de esto, se separan por decantación la parte del agua (que desechamos) en el fondo y el aceite (que aprovechamos) en la parte superior.
Una vez que hemos separado el aceite del agua, ponemos el aceite otra vez en la cazuela a fuego lento para disolverlo nuevamente, una vez que se ha disuelto, le añadimos la cera de abeja lo más desmenuzada posible y removemos hasta que esta se disuelva totalmente, en este momento podemos añadir el aceite esencial (al gusto del usuario) y ya tenemos nuestra crema preparada.
Vertemos la crema de marihuana en botes con rosca para conservar la crema fresca, lo mejor es dejar reposar para que se enfríe la crema de cannabis y ya esta lista para su uso.
Esta crema de marihuana se puede aplicar por vía tópica en zonas afectadas por dolor o molestias un par de veces al día para aliviar la zona.
El dolor a veces es complicado de sobrellevar y el cannabis a veces nos puede ayudar a soportarlo mejor.