Los clubes sociales de cannabis en España se han popularizado enormemente en los últimos años como lugares en las que se puede distribuir o fumar marihuana, siempre con el objetivo más amplio de ir hacia una futura regularización y normalización en el consumo de cannabis con fines medicinales y recreativos. Poco a poco, en según que ciudades, comunidades y zonas de España, se están dando pasos hacia un panorama general de mayor tolerancia.
Protocolos para la normalización
Por ejemplo, de acuerdo con los Estudios sectoriales, en la actualidad habría en Cataluña más de 4 centenares de clubes (de acuerdo con los datos que manejan en Fedcac), mientras que en Euskadi la cifra se situaría cerca de los 80. Sólo en ambas Comunidades estaríamos hablando de cerca de 190.000 asociados.
El Ayuntamiento de Barcelona, probablemente una de las ciudades de España donde estos clubes se han popularizado en mayor medida, acaba de dar un paso al frente en el proceso de normalización del estatus de estas sociedades. No en vano, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Joaquim Forn, apuntaba recientemente que el consistorio preparará y difundirá para antes del verano un protocolo de actuación orientado a regular las asociaciones cannábicas.
En este sentido, lo que se pretende es garantizar que las diferentes asociaciones y clubes sociales de marihuana que se pongan en marcha a partir de la firma del protocolo sean legales y cumplan con una serie de requisitos de fundación y admisión de socios. Asimismo, el protocolo determinará los lugares de la ciudad en los que puedan fundarse los mismos.
Espacios para el consumo normalizados
En la Comunidad Foral de Navarra, la cuestión acerca de la regularización de estos clubes ha dado el salto desde la sociedad al “ruedo político”. Hace escasas fechas, la Mesa y Junta de Portavoces del Gobierno de Navarra se reunían para debatir la Iniciativa Legislativa Popular de Representación Cannabica de Navarra. El objetivo es disponer de manera regulada y legal de espacios para el consumo, tanto desde la perspectiva recreativa como desde el aspecto medicinal.
La finalidad pasa por dotar de apoyo legal y cobertura a los consumidores, de manera que tengan un espacio en el que consumir y adquirir marihuana de manera normalizada. Este debate también se está planteando en la Comunidad Valenciana. En concreto en Alicante, donde Izquierda Unida está promoviendo la normalización y regularización de estos centros sociales a la manera en que ya se ha hecho en ciudades como San Sebastián.
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